Belle Époque es el periodo de la historia de Europa comprendido entre la última década del siglo XIX y el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. En esta época hubo una gran transformación económica y cultural que influyó en la sociedad europea desde la aristocracia hasta el proletariado. Durante este periodo (1870-1914), caracterizado por la elegancia, el refinamiento y el optimismo, el ideal de belleza femenino debía ser de pecho erguido, caderas anchas y cintura de avispa; la silueta tenía forma de “S”, por lo que muchos fabricantes de ropa interior idearon diferentes tipos de corsé (de metal y de varillas de ballena) que conseguían estas cinturas tan estrechas.
Para considerarse chicas modernas, las mujeres debían lucir el corte a lo chico. Este corte podía llevarse tanto con el cabello lacio u ondulado, algunas lo adornaban con una cinta en la frente. El maquillaje se usaba muy recargado sin importar que se viera artificial , los ojos negros, la boca roja y las cejas cuidadosamente perfiladas en forma semicircular. En el año 1925 aparece en el mercado la primer laca de uñas de color, que rápidamente consiguió miles de adeptas. El principal objetivo de este look era la provocación. La verdadera creación de la época fue el rimel a resistente al agua, tanto Elisabeth Arden como Helena Rubinstein se atribuían la invención. De esta forma esta feroz competencia hizo que el mercado de la cosmética creciera rápidamente. En plena época de post guerra y representando a esta nueva generación de mujeres independientes y modernas, apareció la mítica Coco Chanel.
En 1930 la pauta a seguir eran las actrices como Greta Garbo y Marlene Dietrich, mujeres de hombros anchos y caderas delicadas, altas y delgadas como una esfinge egipcia. En este período el punto erótico cambió desde las piernas hasta la espalda, la que era resaltada por prominentes escotes y que provocaba el delirio masculino. Destacan: Elsa Schiaparelli, Paquin y Madelaine Vionnet. La imagen de la década fue el cabello corto y las que no querías desprenderse de su cabellera no podían considerarse modernas. El maquillaje debía ser muy recargado, sin importar que se mostrara artificial.
Eran tiempos difíciles, la imagen adecuada era la de una mujer adulta y sensual, por ningún motivo provocativa y frívola. La calidad del maquillaje no era optima debido a la escasez de materia prima. En Europa era casi imposible encontrar mercancía para la industria cosmética. En Norteamérica Elizabeth Arden lanza una caja de maquillaje que fue consumida para la gran cantidad de mujeres trabajadoras. Las mujeres gastaban el dinero de su trabajo en el cuidado personal, así podrían esperar con un aspecto impecable a sus hombres a su regreso del frente. El cabello ya no se usaba corto, por el contrario se recogían las melenas con moños altos o se usaban pañuelos a modo de turbante.
Vestidos de falda ancha y cintura estrecha. Se apelaba a la artificialidad, las mujeres no salían sin maquillaje ni joyas. El maquillaje presentaba nuevos colores para que estuviera a tono con lo último de la moda. Las mujeres cambiaban el color del pelo muy a menudo, se llevaba liso, ondulado, largo o corto, el color mas popular era el rubio. Las orejas siempre quedaban a la vista para poder lucir joyas como aros grandes y con mucho brillo. Los cinturones anchos fueron el complemento mas importante de la década, para comprimir y resaltar la cintura femenina. Destacan los diseñadores: Pierre Cardin, Cristobal Balenciaga, Christian Dior, Hubert de Givenchy, Valentino y Jacques Fath.
Ropa hecha a mano, década “antifashion”. Pantalones, puños, abrigos, chales y caftanes acampanados, zapatos de plataforma, cabello largo y afro, shorts y pantalones cortos, botas altas y medias de colores. Las botas y los estampados florales o de colores brillantes se convirtieron en el sello de esta época así como la aparición del bikini que escandalizó a los más conservadores.
Comienza a democratizarse la moda y se abandona el look único, comienza a llevarse varios estilos a la vez, por un lado el hippie, con los jóvenes que rechazan la burguesía y se inspiran en otras culturas surge el look étnico, las melenas el flowerpower y por otro lado la cultura de la música y las drogas crean el look psicodélico, la moda disco, las plataformas, los pantalones de campana y las melenas, comienza el look militarizado. La silueta vuelve a marcar las formas del cuerpo. A partir de ese momento el concepto de vestuario cambió y los modistos comenzaron a diseñar ropa cómoda, que pudiera usarse para el día a día, pero que al mismo tiempo se luciera en una cena de gala.
Madonna se convirtió en un icono de la moda para muchas mujeres jóvenes de todo el mundo, faldas cortas usada sobre las medias, collares, pulseras de goma, guantes de rejilla, hairbows, capas largas cadenas de perlas, el pelo decolorado, desordenado, con raíces oscuras, bandas para la cabeza, y cintas de encaje. Otro factor de moda para las mujeres era la ropa interior como ropa exterior. A finales de esta década, la ropa casual se convirtió en una moda, los leotardos fueron una gran parte de esta tendencia y fueron usados por lo general con suéteres de gran tamaño.
La moda de los noventa se basaba en la variedad y no en una tendencia específica y duradera. La gente estaba cansada de la producción y entró en un tiempo de relajación, esta necesidad de volverse casual tenía que ver con la de expresar nuestra individualidad. Después de muchos años de tendencias y modas, la gente llegó a la conclusión de que no se estaban expresando con libertad. La moda de 1990 se trató de ponerse lo que te haga sentir cómodo, sin darle mucha importancia a la opinión de los demás o a las tendencias.
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